Crean Sensores Biocompatibles que pueden medir Valores Metabólicos Importantes

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Investigadores de los Laboratorios Federales Suizos para la Ciencia de los Materiales y Tecnología (Empa por sus siglas en alemán) y  Woo Soo Kim de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, Canadá, han producido un nuevo sensor flexible que se encuentra en la superficie de la piel y es biocompatible porque está hecha de nanocelulosa. Esto con la finalidad de medir parámetros relevantes para nuestra salud a través de la piel que se ha arraigado en el diagnóstico médico; por ejemplo en las personas diabéticas  ahora podrán determinar sin dolor sus niveles de azúcar en la sangre con un sensor en lugar de pincharse los dedos.

Sí bien la nanocelulosa es una materia prima económica y renovable que se puede obtener en forma de cristales y fibras. Sus principales fuentes económicas y renovables se encuentran en bacterias, algas, algunos residuos agrícolas, plantas y árboles; convirtiendo sus propiedades mecánicas en un material altamente importante porque se pueden desarrollar nuevos materiales compuestos basados en nanocelulosa que podrían ser utilizados como recubrimiento de superficie, películas transparentes de embalaje e incluso para  objetos cotidianos como botellas de bebida.

Para los investigadores al ver que era un material biocompatible, decidieron generar sensores que puedan medir valores metabólicos importantes.  La manera de poder lograr esta acción es haciendo uso de la nanocelulosa en forma de tinta  en la impresión 3D, es decir, para lograr que los sensores fueran eléctricamente conductores la tinta de nanocelulosa se mezcló con plata, mediante un cálculo proporcionado para que se formara una red tridimensional.

“Resulto que las nanofibras de celulosa son más adecuadas que los nanocristales de celulosa para producir una matriz reticulada con los pequeños alambres de plata. Las nanofibras de celulosa son más flexibles de una manera similar a los espaguetis cosidos, pero con un diámetro de solo unos 20 nanómetros y una longitud de silo unos pocos micrómetros”, señaló el investigador de Empa Gilberto Siqueira.

Estos sensores son capaces de medir  la concentración de iones de calcio, potasio y amonio, a través de la piel, enviando sus resultados de forma inalámbrica a una computadora para poder procesar los datos. Sin embargo los investigadores siguen trabajando para tener una versión mejorada, como lo indicó el investigador Siqueira:

«En el futuro, queremos reemplazar las partículas de plata con otro material conductor, por ejemplo a base de compuestos de carbono. Esto haría que el sensor  de nanocelulosa no solo sea biocompatible, sino también completamente biodegradable”