Laboratorios farmacéuticos: crecimiento sostenido para 2018

“Mas allá de las implicaciones médicas, temas como la efectividad de los programas preventivos y de control de enfermedades crónicas y degenerativas tanto por el aumento de edad en la población como las derivadas de la obesidad, seguirán siendo objeto de trabajo e interés por parte de esta pujante industria”

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El año pasado, KPGM, hizo un análisis muy completo acerca del sector farmacéutico, titulado «La industria farmacéutica mexicana», en donde quedó de manifiesto que en el territorio mexicano, dicha industria genera impacto directo en 161 ramas de la actividad económica, de un total de 259 en las que se clasifica la matriz de insumo producto, que incluye ramas del sector primario, del secundario y de comercio y/o servicios. Genera cerca de 74 mil empleos directos y poco más de 310 mil indirectos. Además de lo anterior y, sobre todo, por su contribución a la salud de la población, esta industria genera un efecto multiplicador favorable.

El mercado farmacéutico mexicano está entre los primeros 15 del mundo, y es el segundo de América Latina, lo cual es un mérito excelente, dado que  lanzar un nuevo producto farmacéutico implica para las compañías esfuerzos importantes, que van desde la inversión, hasta la gestión de ese proyecto. El proceso es muy complejo y pasa por diversas etapas, como la investigación y los trámites para la patente. Según KPMG, de 10 mil sustancias investigadas, solo una llega a la producción, lo que equivale investigación por hasta 2 mil 500 millones de dólares.

La industria farmacéutica enfrenta importantes retos, tanto en materia de comercio exterior como de eficiencia operativa y las propias regulaciones dentro del mercado donde se establezca. En México está expuesta a una estricta regulación por lo delicado de sus actividades, desde las etapas de investigación, desarrollo, aprobación sanitaria, promoción, venta y seguimiento de productos.

Sin embargo, uno de los retos que la industria enfrentará a partir de este año, será el de tratar de mediar la relación que se creó con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con Trum como presidente del vecino país del norte, el sector tiene un futuro incierto, no obstante, que durante la sexta ronda de renegociación del TLCAN, se discutió por primera vez la importancia de la industria farmacéutica y la forma de impulsarla, lo que representa para México la gran oportunidad para reforzar a un sector debilitado.

De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI, en los primeros nueve meses de 2017, la producción nacional de medicamentos alcanzó un valor de 4 mil 476 millones de dólares, lo que significa una caída de 39.2% frente a lo reportado en igual lapso de hace una década.

Además, mientras que en el mismo periodo comparable el valor de las exportaciones farmacéuticas disminuyó 3.1%, a 990.4 millones de dólares, los ingresos por importación sumaron 3 mil 167.3 millones, para un alza de 27.6%, revelan datos del Banco de México. Esto se tradujo en menos empleo. En los últimos 10 años se redujo 20% la planta laboral farmacéutica de México; es decir, más de 10 mil personas perdieron su trabajo, informa el mismo INEGI.

Por su parte, Guillermo Funes, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), opinó que la renegociación del TLCAN representa la oportunidad de crear una integración de cadenas productivas entre México, Estados Unidos y Canadá que permitan reducir costos y elevar la capacidad fabril del país, como ocurre con el sector automotriz. La relación comercial más estrecha para la industria farmacéutica es con Estados Unidos. Desde ese país se importa aproximadamente 20% de los productos y se exporta cerca de 26% de la producción nacional.

Por otra parte, KPMG considera que existe la oportunidad para posicionarse globalmente como un país para manufactura de medicamentos y de exportación de los mismos. La consultora reconoce que parte de los esfuerzos actuales de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) están orientados a establecer regulaciones que nos permitan ser más competitivos y cumplir con las regulaciones internacionales en esta materia para acceder a otros mercados además del nacional, ya que actualmente el país está en el lugar 25 del Export Market Rating.

Sin embargo, el mercado nacional sigue siendo un punto muy importante en el continuo crecimiento de la industria, debido a que el crecimiento de la población y el nivel de consumo de fármacos muestran un potencial de desarrollo por el tamaño del mercado.

Junto con las tasas de aumento demográfico, se podrá observar un incremento en la edad poblacional, principalmente en los rangos de 45 a 65 y mayores, con sus implicaciones directas en el cuidado de la salud. Según el estudio, la disminución de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida durante las próximas dos décadas, comience a tener mayor peso relativo y en el 2020 se prevé que represente 7% del total y para el 2030 10%.

Según las previsiones de KPMG, habrá ciertos impulsores que marcarán la tendencia para la industria farmacéutica durante los próximos tres años. Uno de ellos se basa en la efectividad de los programas preventivos y de control de enfermedades crónicas y degenerativas tanto por el aumento de edad en la población como las derivadas de la obesidad.

Se necesita forzosamente que las reglas para el comercio internacional se definan con prontitud y que no exista un fuerte impacto en el costo de las sustancias activas para fabricar medicamentos y productos terminados a comercializar. El crecimiento en la industria, que se producirá de forma inorgánica (fusiones y adquisiciones), así como por la llegada de nuevas inversiones aprovechando la competitividad de México en los costos para la industria.

Fuente: KPMG, INEGI, Banco de México, CANIFARMA